domingo, 14 de abril de 2013

La Boca tiembla por el terremoto de San Juan


Boca Juniors, uno de los clubes más ganadores en la historia del mundo, atraviesa una crisis futbolística e institucional sin precedentes.  Ni siquiera con Carlos Bianchi (INTOCABLE) en el banco de suplentes, el “xeneize” puede revertir este presente oscuro.
Tras la durísima goleada recibida el último fin de semana por 6-1 en condición de visitante ante San Martín de San Juan,  el rendimiento de muchos jugadores ha sido cuestionado.  Y no sólo el nivel del último partido, sino el de anteriores y se pone en duda si realmente ciertos jugadores se encuentran capacitados para vestir la camiseta de Boca.
La lista es extensa y probablemente los jugadores a mencionar, algunos no serán tenidos en cuenta, otros se irán, y alguno no está a la altura de jugar en la institución.

Cristian Cellay: Vino de Estudiantes, campeón de América y en Boca no agarró una pelota, no ganó ninguna dividida y tiene un promedio ubérrimo. Lo único que hizo fue hacerle dos goles a un Gimnasia que peleaba por no descender.

Matías Caruzzo: Llegó del Argentinos Juniors campeón con el “Bichi” Borghi como capitán y caudillo de la zaga central. En el club de la Ribera dejó más dudas que  certezas. Marca mal, comete infracciones peligrosas (en su mayoría, penales) y no da seguridad a sus compañeros.

Clemente Rodríguez: Un lateral que es un león viejo de zoológico.  Es hora de darles lugar a los jóvenes.

Emiliano Albín: Había arrancado bien, como una promesa por el lateral derecho.  Pero su juego comenzó a extinguirse. Un desastre.

Lucas Viatri: Está en Boca por el simple hecho de ser amigo de Riquelme. Un jugador que ofende a los centrodelanteros.

Santiago Silva: Un 9 que le pesa la camiseta de Boca. Hace goles de penal, de jugada, esporádicamente. Parece un pinball: todas las pelotas le rebotan.  Comenzó como prioridad para Bianchi, hoy es relegado por Blandi.

Leandro Somoza: Es el volante central titular de emergencia por la lesión de Erbes.  Llegó a Boca como el gran ordenador del mediocampo como lo hacía en Vélez, club con el que fue campeón.  Lo único que se le asemejó a un 5 a la altura de Boca fueron algunos cortes filosos que ha hecho. Luego, los rivales lo pasaron como quisieron.

Franco Sosa: Un 4 tibio. Juega con la presión de ocupar el puesto que han cubierto Ibarra, Roncaglia, Soñora, Suñé. No desborda, duda en las salidas, defiende mal y le pesa mucho la camiseta.

Pablo Ledesma: Bianchi creyó y aún cree que puede ser el “Pablito” del 2004 o del 2007 con Miguelito Russo.  Sin embargo, el  volante xeneize no encuentra el nivel esperado por el cuerpo técnico.  Juega con presión, y eso en Boca no puede suceder.

Hay otros apuntados, pero principalmente estos jugadores deben replantearse si quieren, pueden y sienten estar capacitados para vestir la camiseta de Boca, un club con mística e historia.

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