martes, 30 de octubre de 2012

El peso de las figuras

  Almeyda sintió el peso de dirigir a una estrella como David Trezeguet.  Jugadores que pesan en el vestuario y que, a veces, manejan los hilos del equipo más que los DT. ¿Habrá sido éste el caso?



En todas las instituciones hay figuras y referentes, y cada uno de ellos tiene su peso e injerencia dentro y fuera del vestuario.  En algunos casos, a veces, ese peso supera inclusive al que impone el director técnico.  Pasó con Palermo, Riquelme, y pasó el último domingo con David Trezeguet.
   El francoargentino, actual capitán de River, se encontraba en pésimas condiciones físicas y no estaba apto para jugar el Superclásico.  Además, se ausentó durante la semana previa; viajó a Mónaco para terminar sus trámites de divorcio, el cual no le permitió ponerse en forma para el partido más importante del año para la entidad riverplatense.'
Cada uno por su lado. ¿Se terminó el amor?
   Sin embargo, el ex- Juventus decidió viajar igual con el aval de la dirigencia "Millonaria" y el del DT del equipo Matías Almeyda, quien le habría garantizado la titularidad en el Superclásico para que pudiese viajar tranquilo a solucionar sus problemas personales.
   El Superclásico llegó, y "Treze" fue ¿titular?.  Si, jugó desde el arranque y pasó desapercibido.  Tuvo algunos destellos de fútbol (participó con un pase en el segundo gol), pero fueron más los errores cometidos.  Uno de los más notorios, fue su volea mal tirada que terminó en el empate de Boca a sólo dos minutos del final.
Ahora ¿Por qué Almeyda lo hizo jugar los 90 minutos?  Algunos sostuvieron que el "Pelado" no tuvo alternativa debido a las dos cambios que debió hacer obligadamente por las lesiones de Funes Mori y Aguirre.  Sin embargo le quedaba una modificación, y a cuatro minutos del final del encuentro decidió sacar al uruguayo Mora, que había convertido el segundo tanto de "la banda". ¿Por qué Mora y no Trezeguet?
    Mora declaró hace horas que sentía que se desmayaba y que él mismo había pedido el cambio.  Pero no hay nada de cierto aquí.  Almeyda sacó al uruguayo porque Trezeguet es capitán de River y el peso que tiene el francoargentino en el vestuario supera cualquier decisión táctica de un entrenador que tambalea en su cargo.
    La decisión correcta hubiese sido que si un jugador se va del plantel en la semana previa al partido más importante de la institución, que no sea de la partida.  Sin embargo, lo hizo, y perjudicó a sus diez compañeros, a su entrenador (con el que su relación es casi nula), e inclusive a sí mismo; es casi imposible que Trezeguet continúe en River después de diciembre.
   Ocurrió con Palermo, con Riquelme, en su momento con Francescoli, y actualmente Trezeguet.
¿Ésto sucede por el carácter que imponen los referentes en el vestuario? ¿O sucede por la tibieza de los entrenadores?

lunes, 29 de octubre de 2012

Feliz cumpleaños, D10S


Hace 52 años nacía, en Villa Fiorito, el mejor jugador de la historia del fútbol: Diego Armando Maradona.  Fue capitán de la Selección y llevó al equipo a lo más alto en el Mundial de México 1986. 



Hoy se conmemora el nacimiento de uno de los dioses más queridos y que más devotos tiene en todo el mundo.  Hoy se celebra su cumpleaños 52, en Argentina, en Italia y en el resto del mundo.  Un barrilete cósmico que debe rondar por los aires de nuestro planeta, o en Marte, quizás.   Un dia como hoy, pero de 1960 nacía Diego Armando Maradona, el mejor jugador de la historia del fútbol mundial.
Gloria: Diego alza la Copa del Mundo en México 1986
         El “10” jugó en Argentinos Juniors, en Boca, dónde ganó el Metropolitano 1981, torneo en el que en el Superclásico clavó un golazo en el que dejó tendido en el barro de La Bombonera al Pato Fillol.  Luego emigró a Europa y pasó por el Sevilla, Barcelona y Nápoli.  En éste último, Diego se encargó de llevar al equipo del sur, por primera vez en su historia, a lo más alto del calcio: obtuvo cuatro títulos: 2 scudettos, 1 Copa Italia y 1 Supercopa de Italia.  También se llevó tres trofeos como jugador del Barsa (Copa del Rey, Supercopa, y Liga).  Sin embargo, estas vueltas olímpicas, a pesar de ser importantes para “Pelusa”, no fueron las más relevantes de su carrera.  En 1986 llegó el momento en el que Diego llegaría a la cúspide del fútbol mundial:  Argentina ganaba el Mundial que se había disputado en México.                                               
El equipo, en ese entonces dirigido por Carlos Bilardo, llegaba cuestionado por su bajo nivel futbolístico.  Pero con el correr de los partidos, la “albiceleste” fue afianzándose en el campo de juego y así eliminó a Uruguay en octavos (gol de Pasculli), y llegaba Inglaterra, un clásico, más si se tomaba el contexto político.  El equipo europeo llegaba como candidato a pasar a semifinales, pero… el 10 argentino se iluminó y jugó el partido que todo el mundo recordará: clavo dos goles históricos: el primero fue el llamado “mano de Dios”; el jugador saltó y con su puño empujó la pelota hacia la red para poner a la Selección arriba en el marcador.                                                 

Aquel gol había sido cuestionado por los jugadores ingleses, por el banco de suplentes y por todos aquellos que defendían el “Fair Play” y el buen fútbol.  Sin embargo, Diego supo demostrar que sabía manejar la pelota: hizo una corrida magistral desde la mitad del campo hasta el arco rival (dejó en el camino a siete hombres) y luego dejó en el piso al arquero inglés y marcó el gol más lindo e imponente de la historia del fútbol mundial, y así, le dio el pasaporte a la Selección a las semifinales, dónde superó a Bélgica y finalmente llegó Alemania, el partido consagratorio, en el que Argentina superó 3-2 a Alemania.                                                                                                                      Diego fue lo más grande que tuvo el fútbol argentino y mundial.  Gracias D10S por ser argentino.

Un regalito para River



Tras el empate en el Superclásico en el Monumental, varios hinchas de River quedaron dolidos por el empate Xeneize.  Es por eso, que en el día de la fecha, recordamos una fecha histórica para los "Millonarios"



Campeones: El "Búfalo" Funes alza la primera Libertadores en la historia de River
                                                                                                                                                                                    Un día como hoy, pero hace 26 años, River ganaba su primera Copa Libertadores.  Aquella que quedará en la retina de todos los hinchas millonarios.
   La noche del 29 de octubre de 1986, el equipo riverplatense jugaba la final de vuelta del certamen continental ante el América de Cali (La ida la ganó 2-1 con goles de Alonso y Funes).  El plantel argentino, dirigido por Héctor, "Bambino" Veira, ganó el encuentro 1-0 con un gol de Juan Gilberto Funes, y así, la "banda" se coronó campeona del torneo más importante de América, que le dio el pasaporte directo para ir a Japón a jugar la Copa Intercontinental, dónde luego se enfrentaría ante el Steaua Bucarest (que también la ganó por la mínima con gol de Antonio Alzamendi). 
  Los jugadores que dieron la vuelta en el Monumental fueron: Nery Pumpido, Jorge Manuel Gordillo, Nelson Gutierrez, Oscar Ruggeri, Alejandro Montenegro, Héctor Enrique, Américo Gallego, Norberto Alonso (Daniel Sperandio), Rafael Alzamendi, Juan Gilberto Funes, Roque Alfaro (Pedro Troglio).


*Entre paréntesis, los jugadores que entraron en el Segundo Tiempo



domingo, 28 de octubre de 2012

Delpo le mojó la oreja al rey

Después de estar un mes parado por su lesión en la muñeca que le impidió jugar la semifinal de la Copa Davis ante República Checa, Juan Martín Del Potro volvió al court con el fin de derribar todo lo que se le cruce por su camino.  "La torre" venía de ganar días atrás el ATP 250 de Viena, y finalizado ese torneo viajó hacia Basilea para jugar uno de los últimos torneos que el argentino necesitaba ganar: y lo hizo, nada más y nada menos que contra el Rey en su propia casa... Roger Federer.
  Juan Martín debió luchar casi tres horas ante el suizo para llevarse el triunfo.  Fue 6-4/6-7/7-6, para Delpo.  "Jugaste un gran partido, y espero que te vaya muy bien en el Masters", declaró Roger, que felicitó a su rival por la victoria.
   Del Potro, con esta victoria, logró no sólo clasificarse al torneo de maestros que se jugará la primera semana de noviembre en Londres, sino también que ascendió un puesto en el ránking, y en las próximas horas será el nuevo número 7 del mundo.
 Ahora, la "Torre de Tandil", descansará y viajará a París para jugar el Masters 1000, último torneo preparatorio para llegar a punto al torneo de Londres.
Con esta victoria, Delpo alzó su 13° título en su carrera, y así superó a Martín Jaite en el ránking de obtención de trofeos entre tenistas argentinos.
 

Boca y sus proezas "superclásicas"

  No es la primera vez que Boca levanta un resultado adverso ante River Plate en Superclásicos oficiales.
  Esta tarde, con poco fútbol e ideas, pero con garra e ímpetu, Boca le robó un empate heroico al "Millonario" en el Monumental.  El verdugo de "la banda" fue Walter Erviti, que había tenido un flojo partido, pero se descargó y marcó en el partido más importante del semestre para el club de la Ribera.
El agónico 2-2 de Erviti: Felicidad Xeneize
   Sin embargo, Boca está acostumbrado a los batacazos en este tipo de encuentros.  Ya había ocurrido un hecho similar en 2003, pero en la Bombonera:  River ganaba 2 a 0 con goles de D'alessandro y Cavenaghi, pero el partido dio un giro inesperado: dos jugadas magistrales de Guillermo Barros Schelotto le dieron al "Xeneize" el empate.
Otra proeza: Doblete de Guillermo en el Superclásico
 Tres años más tarde, en 2006, apareció el mismo protagonista: El Mellizo: fabricó un penal a dos minutos del final cuando Boca perdía por la mínima y con dos jugadores menos.  Luego, Martín Palermo cambió el penal por gol y decretó el 1-1 definitivo.
Y hace 16 años, en 1996, también Boca logró una proeza: empataba 2 a 2, y a segundos del final, una pelota parada llegó a la nuca de Hugo Romeo Guerra, que, de espaldas, le dio al arco y convirtió el gol del triunfo para el Xeneize.
  Boca, un equipo experto en remontadas.


               

Schiavi: "Estoy orgulloso de ser hincha de Boca"

 Fueron las palabras del "Flaco" Schiavi una vez finalizado el superclásico que Boca empató 2 a 2 con River en el Monumental con una remontada histórica. "Lo empatamos a lo Boca", concluyó el capitán.





Emoción: Schiavi jugó su último Superclásico como profesional
Y fue el último nomás.  Rolando Schiavi jugó el último superclásico oficial en su carrera, y cuando parecía que el epílogo de su historia finalizaba con una derrota en el Monumental, llegó el gol de Erviti que decretó el empate definitivo para el "Xeneize".
   El defensor había asegurado a través de la página web de Boca Juniors que el partido ante los "Millonarios" iba a ser especial porque iba a ser el último que jugaría, y además sostuvo que "son partidos que se juegan con la sangre y el corazón caliente".
  El zaguero xeneize jugó once superclásicos oficiales (4PG 4PE 3PP) y luego jugó dos por Copa Libertadores en 2004 (1PG 1PP), donde el club de la Ribera eliminó a su asérrimo rival por penales en el Monumental en las semifinales de ese certamen (En la ida, el Flaco había convertido el único gol del encuentro: NdR Boca 1 - River 0 ).
  Si bien a Schiavi aún le quedan los siete encuentros restantes del torneo Inicial, hace unas horas concluyó (al menos como jugador), esos momentos únicos que sólo deja un Superclásico.
   Lo que siento en este momento lo llevo muy adentro, no hay palabras para describirlo", finalizó Schiavi traas haber logrado el empate.
   El zaguero y capitán de Boca se fue del Monumental con una remontada histórica que, si bien no fue victoria, el Flaco la recordará por siempre; fue su cierre superclásico, con un batacazo, como el del 2003 con el doblete de Guillermo.
Gracias Flaco.




Imagen Diario Olé: http:/www./ole.clarin.com




viernes, 26 de octubre de 2012

"Me veo festejando con él"

El "Flaco" Schiavi jugará el próximo domingo su último superclásico como jugador profesional y  esta mañana aseguró: "Me veo festejando con Silva y el equipo".
  El zaguero y actual capitán del "xeneize" afirmó que    son partidos especiales y que "cuando comienza el campeonato, lo primero que miramos es cuando jugamos con River", aseguró.
  Además, el flaco recordó aquella noche de Copa Libertadores 2004 cuando Boca eliminó al "Millonario" en semifinales.  "Es el que más me acuerdo, los eliminamos por penales, y en la ida ganamos con un gol mío", agregó.
  "Nosotros no tenemos que salvar a nadie.  No creo que cambie la suerte del entrenador", sostuvo el capitán xeneize, que salió a respaldar la continuidad de Falcioni.
   Schiavi es el segundo jugador en deslizar su pronóstico del superclásico (el primero fue Silva).  Por el lado de River también fueron dos, y ya en horas los equipos concentrarán de cara al partido más importante del  año.  ¿Quién ganará? ¿Podrá el flaco terminar su carrera con una victoria en el clásico?
 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Crisis = Festejo

En China dicen que crisis significa oportunidad, cambio... Y en Argentina, ese análisis se veía lejano en 2001, cuando el país se encontraba en un absoluto caos político, social y económico.
Los campeones del Racing 2001.
  Transcurrían los últimos dias de diciembre de aquel año y los argentinos vivían una revolución que parecía no tener fin.  Sin embargo,  en la ciudad de Avellaneda se vivía otra realidad; algo iba a ocurrir, un hecho que no tenía precedentes desde 1966: la "Academia" estaba a 90 minutos de salir campeón.
  Si, el equipo que dirigía Reinaldo "Mostaza" Merlo estaba a un partido de la gloria.
Racing  había tenido un campeonato perfecto.  Sólo había perdido un encuentro (ante Boca, por 3 a 1). 
 La "Academia"  había arrancado el torneo Apertura con el pie derecho con una victoria ante Argentinos Juniors como local.  Luego se enfrentó en el Estadio de la Doble Visera (actual Libertadores de América) ante su asérrimo rival, Independiente. El "rojo" ganaba por la mínima diferencia con gol del uruguayo Forlán.  Pero a segundos del final del encuentro, apareció Gabriel Loeschbor para poner el empate definitivo y así desatar una locura inexplicable en el público académico.
  Continuaron las victorias, algunos empates, y así, Racing llegó líder a la última jornada, donde debía visitar el duro José Amalfitani, casa de Vélez Sársfield.
  La "Academia" sólo debía empatar para coronarse campeón.  Y lo hizo.  Gabriel Loeschbor, el mismo zaguero que le había convertido a Independiente, mojó en el partido clave que le daba parcialmente a Racing el título que tanto ansiaba y la momentánea victoria ante el "Fortín".  Minutos después Vélez empató el cotejo, el resultado se mantuvo y así, el equipo dirigido por Merlo gritó campeón después de 35 años.
   Fue uno de los festejos más emotivos y esperados por todo el mundo del fútbol, y más aún por el pueblo racinguista.  Un equipo acostumbrado a sufrir, que recibió duros golpes: descensos, gerenciamientos, estar a segundos de desaparecer como institución.  Sin embargo la gente siguió siendo fiel a su equipo y a su sentimiento.  Y los jugadores y el club le respondieron con un título.  Una vuelta olímpica que quedará en la historia.
  Los hinchas académicos recordarán ese día por siempre.  Los chicos, que nunca lo habían visto salir campeón.  Los grandes, algunos que pudieron verlo allá en 1966, y los que no están, que seguró gritaron los goles de allá arriba.
   Campeones en tiempos de crisis.  Una crisis que, para los académicos, dejó de existir por tan sólo 90 minutos.

  Dedicado al Piojo, a Eze y Euge, racinguistas de corazón.

SILVA: EL NUEVO ESCLAVO

En el entrenamiento matutino de Boca Juniors del día de la fecha, Falcioni hizo trabajos físicos y algunos con pelota, de cara al Superclásico que jugará elpróximo domingo con River.
Finalizada la práctica algunos jugadores "Xeneizes" hicieron declaraciones, entre ellos, Santiago Silva.
  El delantero uruguayo se vio optimista para el clásico: "Me veo festejando el domingo".  Sin embargo, el goleador no dio pronósticos.
  Ya son tres los jugadores que hablaron y aún es mitad de semana.
  El Superclásico ya está en juego.

martes, 23 de octubre de 2012

River - Boca: Serás esclavo de tus palabras

El domingo a las 15.30 se jugará el Superclásico
Ya comenzó a jugarse el Superclásico del fútbol argentino, pero fuera de las canchas.
Algunos jugadores que serán protagonistas del partido más importante del año se animaron a dar sus pronósticos para el encuentro.
Manu Lanzini y González Pires, dos juveniles de River y con poca experiencia en este tipo de encuentros dieron su pronóstico.  "Ganamos 3 a 1", soltó el ex Fluminense, y el defensor agregó: "Les ganamos 2 a 0".
Por el lado del club de la Ribera, sólo habló Nicolás Blandi: "No damos resultados, sólo esperamos ganar el domingo en la cancha".
¿Almeyda retará a sus juveniles por sus declaraciones? ¿Serán esclavos de sus palabras?
En el año 2000, el "Tolo" Gallego en la antesala de un Superclásico declaró: "Si ellos ponen a Palermo en el banco, yo lo pongo a Enzo".  Y aquella noche, el "Titán", castigó al "millonario" y le dio la victoria a Boca por 3-0.


viernes, 12 de octubre de 2012

"Que de la mano..."

...De Leo Messi, toda la vuelta vamos a dar", cantó la hinchada argentina durante el partido por las eliminatorias para el Mundial 2014 que la Selección jugó hace instantes contra su par uruguayo.  El equipo de Sabella ganó 3 a 0 con un gol del Kun Agüero y un doblete de Messi, donde metió una joya de tiro libre que quedará para el recuerdo.
   El equipo argentino durante el primer tiempo no tuvo mucha proyección ofensiva ni tampoco lastimó demasiado al equipo uruguayo, pero tuvo prolijidad defensiva y un elegante juego en el mediocampo.
   Sin embargo el hilo del partido cuando comenzó el complemento cambió por completo; Messi se despertó y empezó a demostrar su magia: comienzo de una jugada, toque y definición de la propia "pulga" para abrir el marcador y poner arriba a la Argentina.
Minutos más tarde, nuevamente Messi se sacó de encima a dos jugadores y le dio una exquisita asistencia a Ángel Di María, quien le dio servido el gol al Kun, y  éste solamente la empujó y a cobrar: 2-0.
  Ya la hinchada se ilusionaba con el equipo y se oian las canciones clásicas como "Que esta banda quilombera, no te deja de alentar", o el emocionante "Volveremos a ser campeones como en el '86".
    Los hinchas, televidentes, escuchas y cualquier ciudadano argentino y fanático del fútbol esperaba algo más en el partido.  Alguna joyita de Messi, algún zapatazo de Di María.  Algo... Que llegó en el último cuarto de hora del partido.
  Tiro libre para Argentina, la "pulga" a cargo del disparo.  Todos pensaban que iba a tirar un roscazo por arriba de la barrera (lo más lógico).  Pero no.  El mejor jugador del mundo dio la nota y la tiró por abajo, y GOLAZO.... 3-0
  Argentina ganó, es puntero en su área (CONMEBOL) y el próximo martes visitará a Chile que viene de una dura derrota contra Ecuador por 3-1 como visitante.
   Messi está contento, su gente también.  "Que de la mano de Leo Messi, toda la vuelta vamos a dar".
  Esperemos que así sea, y que siga jugando así y regalándonos a todos los argentinos noches de fútbol como esta.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Marcha de la bronca

...¿Y de la fe?.  La esperanza es lo último que se pierde.  Sin embargo la paciencia, no.  Los hinchas de Boca parecen que en cada empate o derrota de su equipo, y más cuando la victoria no se da en condición de local, hace que sus fanáticos estallen de furia y se carguen contra el juego del plantel, pero especialmente el apuntado es uno solo: el entrenador, Julio César Falcioni.
Silbidos y pedidos por Román se escucharon hace instantes en la Bombonera tras el empate de los xeneizes contra un San Martín de San Juan que pelea por no descender.
  Un partido que un grande como Boca debía ganar: una expulsión de los visitantes antes del primer tiempo le dieron la ventaja deportiva a los locales para tener un hombre más durante el complemento.
  Schiavi falló un penal y luego se desquitó con un zapatazo de pura calentura que, aún ni él sabe cómo, terminó en un golazo y en el desahogo del capitán del club de la Ribera que ganó todo y que hoy afronta la dura realidad que la institución vive a nivel deportivo.
   Boca fue atolondrado, apabullante por momentos, pero sin la profundidad necesaria para batir el arco de Ardente.  Sorpresivamente, Falcioni salió a jugar el segundo tiempo con dos modificaciones ofensivas: adentro Chávez y Paredes, y a las duchas Somoza y Rivero.  Pero Chávez fue sombra y Paredes tuvo un par de gambetas pero no se lució... Sánchez Miño tuvo un par de asociaciones con Clemente, Burdisso cumplió, Albín aprobó y la delantera pasó desapercibida.  Así, Boca perdió la chance de ser puntero con Newell's, y La Bombonera estalló en bronca.
   Siempre ocurre lo mismo, los hinchas silban al club porque juega mal, algo que ocurre desde que Falcioni agarró Boca, pero que se fue camuflando debido al título local que ganó de punta a punta sin perder, pero sin lucirse.  Luego llegó a las tres finales y se quedó SIN NADA, sólo la Copa Argentina.
   Y ahora que perdió la cima del certamen, los problemas comienzan a verse claramente: poca claridad ofensiva, falencias en el mediocampo, y una defensa que no tiene mucho por hacer cuando ya la línea del medio quedó derrotada por los embates de los rivales.
  Se fue Palermo y el lío siguió.  Se fue Román y continuaron los problemas.  Pelusa sigue... ¿La real solución es que se vaya Falcioni?... O es que el equipo no se entiende dentro del campo de juego y hay algunos integrantes del club que deberían tomarse el palo?...
Boca sigue mostrando sus falencias, y sigue sin poder sacar la chapa que tuvo años atrás.

domingo, 16 de septiembre de 2012

El fantasma de la Davis (Parte II)

El fantasma sigue,  y este escritor que sufre cada serie de la Davis, nuevamente se queda con bronca y con ganas de que llegue febrero para tener revancha e iniciar un camino limpio y sin piedras hacia la ansiada ensaladera.
  La remake del fantasma de la Davis comenzó hace diez días, cuando Delpo volvió del US Open con una lesión que acarreaba en su muñeca y que pareció importarle poco con tal de volver a ganar en Flushing Meadows.  Sin embargo, Nole lo borró de un plumazo y lo mandó para casa así se ponía a entrenar con el equipo argentino y se ponía a tiro.
¿Entrenar con el equipo argentino?. No, eso no ocurrió.  Porque primero jugó al misterio y no confirmó su presencia hasta el miércoles a la noche.  Si, dos días antes recién apareció en Parque Roca y esa misma noche dio la noticia de que estaría presente.
  Tal como ocurrió en 2008, Delpo jugó el primer día, pero a diferencia de aquel año, ganó su partido sin desgaste, sin tenis, y sin lucirse mucho ante un débil Stepanek (aunque a veces es temible).  Luego a Mónaco se le escapó la tortuga con Berdych y la serie quedó 1-1.
El viernes ya pintaba polémico.  "No parece estar lesionado", había afirmado Stepanek luego de su derrota en sets corridos.  Una vez consumado el primer turno, con el llanto de Delpo: "Jugué con mucho dolor, lo hago por ustedes", y con el (casi) triunfo de Mónaco, llegó el sábado: segunda parada de la polémica.
  El dobles fue una postal: los checos pasaron por arriba a los argentinos.  Pero la derrota fue un dato menor, ya que la polémica y los rumores de peleas comenzaban a sonar más fuerte a medida que corría el sábado.  Primero, Delpo no estuvo en el banco con sus compañeros, algo que llamó la atención y que habría descolocado a Jaite.  Segundo, la ausencia de "La torre" para jugar el primer single del domingo comenzaba a tomar fuerza, hasta que se confirmó horas después de haber finalizado el dobles.
"Por decisión médica y del cuerpo técnico, Del Potro no estará el domingo", aseguró Jaite en la conferencia de prensa de ayer.  Habló de Delpo, claro.  ¿Qué dijo Delpo?.  Nada, porque pegó el faltazo a la rueda de prensa y eso ya habría roto la cuerda entre el capitán y el tandilense.
Y hoy, para quizás aclarar lo que ya estaba completamente oscuro, Del Potro se sentó en el banco con su equipo, ese mismo al que huyó el sábado.
El lugar de "La torre" lo ocupó Berlocq, que agarró un fierro hirviendo y debió enfrentarse a Berdych, que lógicamente lo pasó por arriba. (Berlocq y Chucho, los dos que tuvieron que agarrar el quilombo ante la baja de Delpo).
  Consumida la derrota y la eliminación, el equipo se fue, y el tenista número 8 del mundo se fue en medio de tibios aplausos y claros silbidos.
¿Vos qué opinás?

El fantasma de la Davis

Una vez más afuera del sueño de (casi) todos los argentinos.  La Copa Davis dijo adiós hace instantes en Parque Roca tras perder 3-1 ante una República Checa que, de la mano de Berdych (que tampoco deslumbró, aunque si desiquilibró) se llevó la serie y jugará la final en diciembre contra España.
   ¿Por qué se perdió? Se preguntarán muchos.  Y los motivos son varios, y datan de años anteriores.
    Los problemas empezaron a verse con claridad en 2008 cuando Argentina jugó la final en Mar del Plata ante España.  Los protagonistas: Del Potro, "Luli" Mancini y David Nalbandian.
  El primer día parecía encaminarse hacia el título: el primer single, "el rey" lo ganó con corazón y tenis ante el siempre peligroso David Ferrer.  Sin embargo, en el segundo match comenzarían los problemas: derrota de Delpo ante un inferior Feliciano López.  Al tenista argentino se lo vio cansado; venía de jugar el Masters de Shanghai, cansado y agotado (quizás si quería estar a la altura de las circunstancias debería haber relegado el certamen en China), y esa actitud comenzó a descolocar a Nalbandian.
  Pero la historia comenzó a tomar más calor el día siguiente en el dobles cuando David y Calleri pierden y quedaban 1-2 en la serie.  Las "malas" lenguas (otras no tan malas) dijeron que en el vestuario no supieron digerir la derrota y que hubo insultos y polémicas, algo que quedó más que claro a la hora de la conferencia de prensa:  Nalbandian dejó plantada a la delegación; no se presentó, debió pagar una multa y previamente había tenido un fuerte cruce con Mancini.
 Finalmente la bomba estalló el domingo, cuando Delpo (ALGO MUY SIMILAR A LO QUE SUCEDIÓ HOY) se baja del segundo singles alegando una lesión.  El líder, el rey, habría declarado que "la torre de Tandil" tenía un desgarrito de nena.
Con Delpo out, el fierro caliente fue para Chucho Acasusso, que fue superado con claridad técnica y física por Fernando Verdasco.  (ESPAÑA GANÓ LA FINAL SIN RAFA NADAL).
  Y así, con un David como líder, cuando quien debería haber estado siempre a la cabeza era Mancini, Argentina se quedó nuevamente sin la Ensaladera.  Y algo parecido ocurrió este fin de semana.
Si querés ver la segunda parte, quedate atento.

Pequeño dato:
Mancini dejó su cargo, siendo quizás, en cuanto a resultados, el "mejor"
2 finales de Davis.

jueves, 12 de julio de 2012

Los campeones de la gente

Aunque el título se lo haya llevado otro equipo, para la gente serán ellos los campeones.  Por su estilo de buen juego, de matener la pelota al piso, por los buenos resultados y, por ser, una institución que sólo una vez se alzó con el título de Primera División de la mano de Menotti.   Estamos hablando del Club Atlético Huracán del año 2009, que fue dirigido por Ángel Cappa.
El equipo conocido como "el tiki tiki" o "Los ángeles de Cappa", arrancaron el Clausura con un sólo objetivo: escaparle a la zona de Promoción, donde el "globo" estaba inmerso.
Con un equipo sólido, el team de Cappa arrancó el campeonato con una victoria ante San Martín de Tucumán con gol de uno de sus estandartes, Mario Bolatti.  A la fecha siguiente ya comenzaban las goleadas y empezaba a florearse el "quemero": 4 a 1 como visitante ante Racing.
Si bien en las posteriores fechas el equipo de Cappa cayó ante Gimnasia (LP) y Boca Juniors, Huracán siguió defendiendo su identidad y su idea de juego bonito.
Además, Cappa hacía jugar a todo el equipo: llegaron a convertir goles todos los jugadores de campo titulares, salvo Monzón. (Arano, Araujo, Goltz, Domínguez, Bolatti, Pastore, Toranzo, Defederico, Nieto, Medina).  También han gritado Gastón Esmerado y el "Maestrico" González.
   El equipo ganaba, goleaba y gustaba.  Demostró que estaba para campeón en la décima fecha, cuando  en condición de local venció 4 a 1 a Argentinos Juniors.
Desde esa fecha, Huracán no perdió hasta el final.  Empató como visitante ante el temible Estudiantes, le dio vuelta un partidazo a Godoy Cruz, ganó en Rosario ante Central en el Gigante de Arrollito, con el agregado que los dirigidos por Cappa comenzaron abajo en el marcador.
Y el partido donde se florearon y realmente se vio un equipo vistoso, ganador y campeón fue el encuentro ante River: 4 a 0, goleada con un gol mejor que el otro, con tiki tiki, baile y humillación para el "Millo", que en ese entonces era dirigido nada más y nada menos que por Pipo Gorosito, un ex referente del archirrival quemero, San Lorenzo.
Pasaron las fechas y Huracán con tan sólo un empate era campeón en la última jornada, donde debía enfrentar a Vélez en el Amalfitani en un partido que fue durísimo, lleno de emociones... GRANIZO!!,  y muchas polémicas que, hasta hoy, siguen en las retinas de los amantes del fútbol.
Partidazo por donde se lo mire.  Primer punto de inflexión: centro de toranzo, cabezazo de Eduardo Domínguez, gol de Huracán.  Era el gol del campeonato, pero el lineman anuló la jugada ante un presunto offside que no existió.  Luego penal para el fortín que Monzón le atajó a López.
Y finalmente la jugada de la polémica.  Pelota al fondo, sale Monzón, Larrivey va con todo hacia su pecho, con una falta brusca de expulsión.   Ante el golpe, el arquero quedó tendido y Moralez, a los 38 del segundo le dio a Vélez, con ese gol, el campeonato que tanto ansiaba Huracán y que tanto había soñado desde aquel 1973.
Brazenas fue suspendido y no quiso volver a dirigir tras su error garrafal.  Vélez fue un injusto campeón, que poca culpa tiene en este lío.
  A pesar que no se llevó el torneo, Huracán será recordado por sus golazos, por su temple, por su garra, y por su inefable "TIKI TIKI", y ese fútbol que le gusta a la gente que hoy está en  peligro de extinción.


Un día como hoy...

... Pero del año 2009, uno de los equipos más grandes de la ciudad de La Plata, Gimnasia, jugaba la promoción ante Atlético de Rafaela.
El equipo santafesino, aguerrido (actualmente en la máxima categoría del fútbol argentino), logró la victoria en el partido de ida con una goleada contundente por 3 a 0 ante los platenses que, en ese entonces era dirigido por Leo Madelón, que nunca perdió la calma y supo esperar el momento indicado, aunque tuvo "el corazón en la mano" hasta el último minuto.
"La Crema" ganó contundentemente con un hat-trick de Visconti, para ir tranquilos al "Bosque" y jugar quizás, un poco más relajados.
Sin embargo, mientras en Rafaela celebraban la victoria casi como un ascenso, en Gimnasia no ocurria lo mismo.  Si bien no perdían la fe, el panorama no era positivo de cara al partido de vuelta.
A la semana siguiente llegó el momento decisivo: los 90 minutos finales, donde el "Lobo" escribiría su propia historia.
Felicidad.  Madelón celebra la permanencia.
   Los rafaelinos jugaron a buscar el cuarto gol que terminara de condenar a Gimnasia hacia el descenso.  Sin embargo, el marcador se mantuvo en cero durante todo el primer todo y por casi toda la mitad del complemento, y Gimnasia comenzaba a desesperarse, salvo Madelón, que mantuvo con firmeza un 4-3-1-2 bien definido, que sólo se rompió cuando a los 12 del segundo tiempo, su volante central, "Teté" González había sido expulsado.
Y pasaban los minutos, y la desesperación corría por las venas de los platenses.  Silencio.  Cortina de humo hasta que llegó el minuto 37 con un gol de Diego Alonso bajo el brazo para poner el 1 a 0 para los locales.
Faltaban sólo ocho minutos y debían convertir dos goles más para quedarse en la categoría.  Parecía poco tiempo, los hinchas alentaban llorando, casi resignados veían el cronómetro, que para ellos corría a gran velocidad, y para los de "La crema", como cuentagotas.
Y a los 44, a un minuto del cierre apareció Franco Niell para poner el 2-0 y desatar el aliento y el llanto de los hinchas.  La hazaña estaba ahí, sólo quedaba el tiempo adicionado por el árbitro (7 minutos) Javier Collado.
Y a los 46 llegó lo que nadie esperaba: frentazo de Niell y golazo del Lobo. Tres a cero y gritos desenfrenados en la tribuna local y desconcierto en los visitantes.  Pero aún quedaba más, y Gimnasia debía seguir sufriendo.  En la última, Visconti desenfundó una chilena estupenda que por poco no fue gol: se estrelló la pelota en el travesaño y, acto seguido, Collado dio por finalizado el encuentro.
Gimasia de Primera, con garra y corazón se salvó.  Y por eso los hinchas del "Lobo" recordarán que un día como hoy, pero hace 3 años, su equipo dejaba la vida en la cancha y les regaló una permanencia que ni los utópicos imaginaban.

miércoles, 11 de julio de 2012

Sabella explica cómo jugarle al Barcelona

Es un video más que formidable.  Aquí, el actual técnico de la Selección Argentina, Alejandro Sabella, explicaba cómo debía jugarle Estudiantes al Barcelona en la final del Mundial de Clubes.
Un planteo emocionante, sencillo, y basado en el respeto.
Nada más que decir.  Tan sólo escuchen y miren.

http://www.youtube.com/watch?v=AnUkSnicSaQ

El Pelado con temple de acero

Lejos quedó su último superclásico como jugador profesional, cuando se besó el escudo de la camiseta de River frente a "La 12", que lo gastaba porque había sido expulsado, porque le estaban ganando el clásico y, además, el "Millonario" estaba en zona de promoción.
Sin embargo, a Matías Almeyda no le importó nada y siguió en busca de la salvación que nunca llegó; River jugó la Promoción, la perdió ante Belgrano y, por ende, el equipo de Nuñez descendió por primera vez en su historia a la segunda división del fútbol argentino.
 Tras este hecho funesto para "la banda", Almeyda decidió dejar el fútbol profesional, tras 19 años de carrera, para así continuar su camino como director técnico.  Previo a dejar las canchas, el pelado había asegurado que él, a pesar del descenso, seguiría vinculado a River.  Y asi fue.  El "Pelado" dejó la camiseta para ponerse el buzo de DT.
Merecido festejo. Almeyda celebra el regreso de River a la A
Su debut fue ante Chacarita como local en una tarde lluviosa, donde el "Millo" resolvió rápidamente el encuentro con un golazo de su lateral izquierdo, Juan Manuel Díaz.  Sin embargo, el encuentro no le fue fácil. Sufrió hasta el final, y tal pareció que, ese partido mostraría el vivo retrato de lo que River viviría en el ascenso.
Almeyda sabía a que se exponía.  A que su idolatría se convierta en abucheo ante un posible fracaso, a las asperezas que había que limar con la dirigencia y algunos jugadores del plantel.  Pero el "Pelado" fue al frente y siguió.
  Si bien las estadísticas finales avalan el merecido ascenso de River, los partidos y los puntos los sumó de una manera que, por resultados positivos de otros equipos, obligaron al "Millonario" a sufrir hasta la última fecha.
En la recta final del certamen, cuando River estaba entre el ascenso directo y jugar la promoción, los rumores de peleas en el vestuario y de una posible renuncia de Almeyda, comenzaban a sonar muy fuerte en los pasillos de Nuñez y en toda la prensa.
  Tal vez haya influido ese "mal clima" generado.  Pero Almeyda jugó callado, bajó la cabeza y se abocó en su objetivo, que, quizás, haya sido el que más se comprometió en el "operativo retorno".
Y el Millo volvió a la A de la mano de Almeyda.  Ganó 20 partidos, empató 13 y perdió 5.  Geniales estadísticas y, además, excelente actitud del "Pelado".  Se puso la camiseta del alma, defendió desde afuera los colores de sus amores y le devolvió la alegría a un equipo que venía de un duro golpe.
Sin lugar a dudas, Almeyda ha sido el gran capitán del barco que llevó a River nuevamente a la primera.
¿Por qué?.  Porque se bancó las presiones de Passarella, los caprichos de Chori Domínguez, una hinchada que en el final comenzaba a repudiar su gestión y él, no titubeó.  Se quedó y logró el objetivo.

martes, 10 de julio de 2012

El mundo a tus pies, majestad

Cuando muchas  daban por muerto, a nivel deportivo, a Roger Federer, él solamente se dedico a hacer lo que mejor le sale: jugar al tenis.
Si bien en estos  últimos años, "El gran Roger" estuvo relegado de la cima del ránking de la ATP, nunca bajó los brazos y batalló hasta el final en cada partido.
    Rafael Nadal ha sido su estigma de 2008 hasta aquí quizás.  Todo arrancó en la final del 2009 del Abierto de Australia, donde "Rafa" venció a RF en un partido maratónico en 5 sets.
Quien vio ese match sabe cómo estaba Federer.  Destrozado, como si un huracán lo haya pasado por encima.  Las malas lenguas decían "retiro", "está ya para abandonar el court".
Sin embargo, siguió su camino en el mundo del tenis profesional, sin importarle el qué dirán o sus derrotas reiteradas ante Nadal en finales de Grand Slam.  Pero RF ese mismo año ganó el GS que le faltaba: Roland Garros, ante Robin Soderling.  Un mimo que le hacía bien para seguir luchando por llegar a la cima del tenis, lugar de dónde nunca debió irse.
Pero los resultados malos comenzaron a rodear a Federer.  Las derrotas ante Djokovic, y Nadal también, comenzaron a alejar a RF de las finales de los certámenes más importantes.
Y así y todo Federer continuó contra viento y marea... Y el último domingo tuvo su chance en el verde césped de Wimbledon, cancha que le sienta más que bien (donde ganó seis GS), y donde ganaría uno más ante Andy Murray, y así llegar al séptimo GS en Londres y al decimoséptimo en su haber, récord histórico en el tenis.  Ya pasó a gigantes como Sampras, Agassi, Lendl, Laver, entre otros.
No sólo ganó la final, sino que volvió a ser el número 1 del mundo.  Atrás quedaron los murmullos de su retiro o de su bajo nivel.
Una vez más, EL GRAN MAESTRO ROGER cerró bocas.  Sin hablar, sin confrontar, pasó a Nadal y a Nole.  ¿Cómo lo hizo?.
Simple.  Con tan sólo una raqueta y la inteligencia que sólo los grandes como Roger tienen.
Gracias RF por tu espléndido tenis.  El mundo se rinde a tus pies, una vez más.

"Y Masantonio allá en el cielo..."

...Está aplaudiendo a Roque Avallay".  Cantan los hinchas de Huracán, que en su corazón llevarán por siempre el momento imborrable de aquella tarde del 16 de septiembre de 1973, cuando su equipo, por primera vez en su historia, se consagraba campeón del torneo Metropolitano de Primera División.
     De la mano de César Luis Menotti como DT, quien había dejado el fútbol dos años antes, el "Globo" arrancó el campeonato con dos fines: salir campeón y jugar bien.  Para ello, Menotti no escatimó y no dudó en pedirle a la dirigencia refuerzos para poder armar un equipo que pelee en los puestos de vanguardia.  Y los popes quemeros no tardaron en darle el gusto: le trajeron a Omar Larrosa, al veterano Nélson Chabay, y a Alberto Fanesi para reforzar la defensa y además, para acoplarse al pelotón de jugadores que ya formaban parte de la plantilla de la entidad de Parque Patricios.
El equipo jugó notable y vistosamente, sobre todo en la primera rueda, y en la segunda terminó de demostrar que estaba para campeón: se consagró ganador del campeonato a pesar de perder 2 a 1 ante Gimnasia, ya que su perseguidor, Boca Juniors, también cayó por la misma diferencia ante Vélez Sarsfield.
El "Quemero" terminó el Metropolitno con 19 partidos ganados sobre 32, perdió 5 y empató el resto.
De esta manera, Menotti cumplió su promesa: buen juego, y como broche de oro, vuelta olímpica.  Así el "Globo" ganó su primer título oficial en el profesionalismo y el quinto  en su historia.
Haber ganado el Metropolitano le dio la chance a Huracán de jugar al año siguiente,  la la Copa Libertadores de América, donde también jugó muy bien, pero cayó a manos de quien sería ese año el campeón: Independiente.

 Roganti; Chabay, Buglione, Basile y Carrascosa; Brindisi, Russo y Babington; Houseman, Larrosa y Avallay fueron los 11 titulares por excelencia que Menotti ponía en cancha en casi todos los partidos del campeonato obtenido.
Este equipo estará por siempre en las retinas de los quemeros, y quizás también el del 2009 de Ángel Cappa, pero hoy, no es momento de rememorar ese equipo, sino este.
Para recordar, un equipo que jugaba bien y que defendía el buen fútbol, algo que hoy escasea en el fútbol argentino.


El fantasma de las finales perdidas

¿Serán casualidades? ¿O será la presión del Mundo Boca? ¿O será un fenómeno explicable? Las tres preguntas pueden tener un si como respuesta.
Parece que las derrotas en finales para Boca no son buenas, no sólo en lo deportivo, sino por sus consecuencias post derrota.
Allá por el año 2001, cuando Boca perdió la final por la Copa  Intercontinental ante el Bayern Munich por 1 a 0 en Tokio, Carlos Bianchi decidió dar un paso al costado: "Decido no renovar mi contrato, por motivos personales", aseguró el Virrey, en una conferencia de prensa recordada en la que dejó hablando solo al entonces presidente de la entidad xeneize, Mauricio Macri.
  Un año después, en 2002, la víctima fue el maestro Oscar Tabárez, que se fue de Boca tras perder la finalísima con Independiente en el Apertura 2002 (que en realidad no perdió, empató 1 a 1, y por eso no pudo llegar a la cima).
En 2004 se repite la figurita: Bianchi.  Otra vez él.  El más ganador de la historia de Boca nuevamente envuelto en una polémica por perder una final.  En esta ocasión fue la derrota ante Once Caldas por penales en la Final de la Libertadores de ese año.  Se fue, renunció y con un papelonazo recordado por no ir a retirar las medallas al segundo puesto. "No sabía que a los segundos le daban medallas", alegó.  Días después presentó su dimisión al club de la Ribera.
En 2007, Miguel Russo, que ganó de punta a punta la Libertadores de la mano de un Riquelme más que inspirado.  Pero en diciembre cayó 4-2 ante Milan en la final del Mundial de Clubes, y, cuando regresaron de Japón dijo adiós. (Aquí no sólo renunció, sino que la dirigencia empujó e instó a que Russo renunciase también).
Y actualmente, la más fresquita, el que dijo adiós ha sido Juan Román Riquelme, el capitán de Boca Juniors, que tras perder la Final de la Libertadores contra Corinthians pegó el portazo. "Acá no puedo jugar más.  Me siento vacío".  En este caso también, la derrota no fue el factor principal, sino que ha sido su mala relación con Falcioni, y con algunos dirigentes Xeneizes.
Pero evidentemente, las finales perdidas por Boca, todas, pero todas dejan una víctima en el camino.

jueves, 5 de julio de 2012

Muy lejos de la mística copera

Muy lejos de aquellas victorias históricas en las noches de Copa Libertadores de los Boca de Bianchi y Russo, que supieron imponerse con más historia y chapa que con fútbol, en estadios difíciles y en situaciones adversas (Recordar Palmeiras 2000/01, Paysandú 2003, Gremio 2007, etc).
    Anoche, en San Pablo, vi a un Boca apagado y triste, sin mística.  Con un fútbol que realmente dio lástima.  Con un clima rodeado de incertidumbres respecto a si era o no el último partido de Riquelme, si a Schiavi le renovaban el contrato, el problema de la póliza de Roncaglia, entre otros embrollos que sólo el mundo Boca ofrece.
     Esperaba que a los jugadores les saliera el guerrero interno, pero no.  Ni siquiera los caudillos Román, Schiavi y Clemente se cargaron el equipo al hombro.
   Durante los primeros 45 minutos, el "espectáculo" no me brindó en ningún momento el clima de una final de Libertadores.  ¿Habrá sido la tibieza del Corinthians? ¿O acaso la actitud de un Boca cansado y resignado?.  Me aburrí, lisa y llanamente.  No sentí ese ambiente de final que tuve en 2007, por ejemplo.
Y luego... Lesión de Orión, palazo y daga al pecho, y al descanso.
Pitazo y últimos 45 minutos: la hora de la verdad.  Esperaba que Boca se destapara, que arrolle al Corinthians.  Aún lo sigo esperando.  Minuto 7, ni los cuernitos hicieron efecto: pelota parada para el Timao, centro, taco y la profecía de Bilardo una vez más se cumplió. "Tiro libre bien tirado, gol".
Entonces, en ese momento, realmente pensé que el tigre xeneize se despertaría, que íbamos a atacarlos a buscar el empate, pero no.  Parecía acabado, resignado y sin fuerzas.  Sólo tuve que conformarme con un testazo de Caruzzo, bien apuntado tras un perfecto centro de Román.
  Después de esa jugada, yerro de Schiavi, sprintazo de Emerson y a cobrar: 2-0.  Estiletazo final, y una ilusión que se esfumaba.
  Se acabó el sueño del hincha.  La "obsesión" se hizo añicos ante un rival que jugó feo, pero mereció levantar la copa.  Por su solidez defensiva y por un mediocampo prolijo, y por tener enfrente a un rival que no estuvo a la altura de una final, que no tuvo ideas, y que sin dudas jugó el peor partido en lo que va del 2012.
   Sólo queda levantar la cabeza y seguir adelante.  A pesar de este partido para el olvido, aplaudo al plantel por haber llegado hasta esta instancia.
GRACIAS BOCA, SALUD CORINTHIANS.